Mantenimiento
| 21 de Noviembre 2019
Durante el verano, el agua de la piscina suele contaminarse muy fácilmente debido a los microorganismos existentes por las altas temperaturas en la atmósfera y los que introducen las personas cuando se bañan. Lo mismo sucede con el aire y la lluvia, que arrastran polvo, tierra y hojas.
Por eso durante la temporada alta, recomendamos realizar periódicamente algunos chequeos:



